Cuántas veces casi llorando
he llegado a tus plantas Señor,
que ni yo he podido
perdonar mi propio error.
Pero tu amor, y tu calor
me levanta y me da fuerza y vigor
pero lucharé y seguiré, con tu ayuda
mi Señor, yo venceré.
Cuantas veces ya destrozado
noche y día yo clamo a ti,
porque mi vida hastiada de males
y mi alma está al borde del seol.
Cuida mi vida y mi corazón
que no viva yo, sino tú mi Señor
así mi vida noche y día
cantará para ti tu loor.