Merecedor de alabanza
aquel que vino a salvarme.
Merecedor de alabanza
que siendo yo un pecador
no escatimó su linaje
para morir en la cruz.
Merecedor de alabanza
por los siglos mi Jesús.
El día en que no le alabo
el Alma se me entristece,
pues donde no hay alabanza
el no puede estar presente.
Un sacrificio tan grande
no puede pasar por alto
tres veces te digo santo
aunque crean que estoy loco
santo, Santo y Santo