Rey Salvador, te adoro yo,
tuya la gloria es;
quiero entender tu inmenso amor,
al ver el Gólgota.
Quiero entender tu inmenso amor,
Y tu agonía de dolor;
donde moriste quiero estar,
llévame al Gólgota.
Mi Salvador, la dura cruz,
quiero por ti, llevar;
también beber la amarga hiel,
que tú bebiste ya.
Mi corazón no puede más,
al contemplar tu amor;
de lágrimas se inunda ya
al ver el Gólgota.