Gloria a nuestro Salvador
por su gran salvación;
gloria tributemos en la sala de oración;
gloria cantaremos en canción de fuerte son;
¡yo soy salvado en Cristo!
¡Salud!, ¡salud! Cantad a nuestro Dios:
la paz nos da; clamad en alta voz:
salvación ya tengo y descanso dulce en él.
¡Yo soy salvado en Cristo!
Vengo a tus pies, Jesús, con llanto y dolor;
misericordia te de mí, un pobre pecador,
sálvame y te daré mi vida en loor.
¡Él me salvo, tierno Cristo!
Debo, pues, mi vida y mis fuerzas todo a ti;
y las doy con gratitud y alegría, sí,
gratitud a ti, que diste vida para mí;
¡mi Salvador, Jesucristo!
Dad la voz al pecador que anda sin sostén;
sin la paz –buscándola- decir: "a Cristo ven:
él que me salvó te ama,
¡oh, sálvate también!
Cree en la sangre de Cristo".