Venid, niños, todos, venid sin tardar
corred al pesebre en Belén, a admirar
del padre en los cielos el don sin igual;
¡a él sea la gloria, la paz al mortal!
Ved sobre el pesebre de un pobre portal
lindísimo niño en blanco pañal;
un rayo ilumina su rostro infantil,
en vez de la púrpura, sirve heno vil.
Mirad en su cuña, niñitos, su paz,
José con maría contemplan su faz;
hay píos pastores orando alrededor;
en lo alto mil ángeles cantan loor.
También, niños, con los pastores orad;
con ellos dad gracias, las manos alzad,
al coro celeste las voces unid,
del padre y del hijo el amor bendecid.