Con voz benigna te llama Jesús,
invitación de puro amor.
¿Por qué le dejas en vano llamar?
¿Sordo serás pecador?
Hoy te convida
hoy te convida
voz bendecida
benigna convídate hoy.
A los cansados convida Jesús;
con compasión mira el dolor;
tráele tu carga; te la llevará
bendeciráte el Señor.
Siempre aguardando, contempla a Jesús
¡tanto esperar! ¡con tanto amor!
Hasta sus plantas ven, mísero, y trae
tu tentación, tu dolor.