Jesús es mi amigo, mi buen amigo fiel,
a mi alma el más bello de un millar;
el lirio de los valles, encuentro sólo en él
la virtud que trae perfecto bienestar.
En todos mis pesares es siempre mi sostén.
Me manda sobre él mi carga echar
Es el lirio de los valles, la estrella del amor,
a mi alma el más bello de un millar.
Alivia mis pesares, mi buen amigo fiel,
en la tentación es torre eficaz;
del corazón arranco los ídolos por él
y las faltas que me apartan de su faz.
Si todos me desprecian, yo firme quedaré,
por él podré victoria alcanzar.
Si cumplo sus mandatos, viviendo por la fe,
en las pruebas de maldad me sostendrá:
rodeado de sus brazos, yo nada temeré;
con sus huestes el Señor me guardará
entonces a la gloria iremos para ver
su rostro y el cielo heredar.