Cuando cesaren mi penas aquí,
y comenzaren los goces allí,
con mi amado Señor, eso sí,
gloria eterna será para mí.
Gloria será, sí, para mí,
sí, para mí, sí, para mí.
Cuando en la luz contemplare a Jesús,
gloria eterna será para mí.
Cuando mediante su gracia sin par
yo en el cielo encuentre lugar,
en su presencia tan sólo estar,
gloria eterna será para mí.
Entre amigos que antes amé.
Glorificado allí, gozaré,
dulces miradas de Cristo, yo sé
gloria eterna será para mí.