Nada he traído; nada poseí
hasta aquel día en que salvo fui.
Mas por la gracia de mi Señor
yo puedo con gozo cantar hoy.
Sólo por gracia salvo soy,
sólo por gracia salvo soy;
esa es mi historia.
¡de Dios es la gloria!
Sólo por gracia salvo soy.
Un necio he sido; un hombre carnal.
Siempre he seguido las sendas del mal;
mas, encontrado por mi pastor,
yo puedo con gozo cantar hoy.
Ni precio alguno, ni el mucho llorar
de mis pecados me pudo salvar,
pero la gracia sobreabundó
yo puedo con gozo cantar hoy.
Dejar, hermanos, que mi corazón
lleno del gozo de mi salvación,
cante la gloria una vez más,
de aquel que me diera luz y paz.