Mirad al hijo pródigo;
del padre se apartó.
Miseria, engaño y escasez
fue lo que él halló.
Yo me levantaré,
iré a mi padre y le diré
"contrito, heme aquí,
yo he pecado contra el cielo
y también contra ti".
Desesperado dijo así:
"hambriento siempre estoy,
perezco si me quedo aquí,
junto a mi padre voy".
"Delante de él yo me pondré
pidiendo su favor,
humilde de confesaré
indigno de su amor".
Al ver a su hijo regresar,
el padre se alegró;
dispuesto estaba a perdonar,
de besos le colmó.
Su amor a ti, ¡oh, pecador!
Dios quiera revelar:
levántate y vuelve a él,
y te perdonará.