Soy extranjero aquí, en tierra extraña estoy;
mi hogar está muy lejos, del sol más allá
a todo pecador embajador yo soy
del que por siempre rey será.
Ved el mensaje que os traigo aquí:
"que os reconciliéis con Dios".
Embajador yo soy de mi Señor el rey;
oíd, ¡oh pueblos! A mi voz.
Mi rey ordena que en todas partes hoy
el pecador se vuelva del pecado a Dios;
los que obedecen reinarán allá do voy;
escucha, pecador, su voz.
La hermosura de mi hogar no tiene igual.
Eterna vida y gozo siempre hay allá;
mi rey y Dios anuncia que allí el mortal
eternamente morará.