Santo Espíritu desciende
a mi pobre corazón,
llénalo de tu presencia,
has en él tu habitación.
Llena hoy, llena hoy;
llena hoy mi corazón;
Santo Espíritu desciende
y haz en él tu habitación.
De tu gracia puedes darme
inundado el corazón.
Ven, que mucho necesito:
dame hoy tu bendición.
Débil soy, oh sí; muy débil,
y a tus pies postrado estoy,
esperando que tu gracia
con poder me llene hoy.
Dame paz, consuelo y gozo,
cúbreme hoy con tu perdón;
tú confortas y redimes
tú das grande salvación.