Marcharé en la luz de Dios
marcharé, sí, marcharé;
en la vía que Jesús pisó,
siempre marcharé.
Vestido blanco, arpa y corona áurea hay para mí;
laurel de triunfo y un hogar
en el Edén sin par.
Jesús me ha salvado de iniquidad
su espíritu mi alma sacia,
soy feliz en su amor, vivo en santidad
sí, vivo y triunfo por su gracia.
Marcharé sobre huestes mil,
marcharé, sí, marcharé:
la victoria he de conseguir
siempre marcharé.
Marcharé almas a buscar,
marcharé, sí, marcharé;
pues Jesús las desea salvar
siempre marcharé.
Por Jesús más que vencedor,
marcharé, sí, marcharé;
hasta llegar a la patria mejor,
siempre marcharé.