Mensajeros del maestro
anunciad al corazón,
de Jesús las buenas nuevas,
de su grande salvación.
Mensajeros del maestro
vuestra voz haced oír,
y los hombres que la escuchen
vida puedan recibir.
De los montes en la cima,
en los valles y en el mar,
que doquier el evangelio
hoy se pueda proclamar.
En los antros del pecado,
y en los sitios de aflicción
las alegres nuevas vayan
a llevar consolación.
Anunciad a los cautivos
su gloria libertad,
al cansado y al caído
buenas nuevas proclamad.