Oíd, oíd lo que nos manda el Salvador;
marchad, marchad, y proclamad mi amor
porque he aquí, yo con vosotros estaré
los días todos hasta el fin os guardaré.
Id, id, por el mundo;
id, id y predicad el evangelio.
Id, id, va adelante
el todopoderoso Salvador.
¡gloria, gloria, Aleluya a Jesús!
Nuestras almas él salvó,
nuestras manchas él lavó,
proclamemos, pues, a todos su amor.
Pensad, pensad la condición del pecador,
qué triste es, qué llena de dolor;
sin luz, sin paz camina a la eternidad,
y no conoce el gran peligro en que él está.
Salid, salid, embajadores del Señor,
buscad, buscad al pobre pecador;
aprovechad el tiempo que el Señor nos da,
pues pronto el día de salud acabará.
Mirad, mirad, la hora presto llegará;
Jesús vendrá su reino a disfrutar;
de mar a mar habrá prosperidad y paz;
sus alabanzas cantará la humanidad.