Al pecador, Cristo llama,
pues no ha terminado aún su amor,
él no quiere que las almas
sumergidas mueran en perdición.
Acudid todos los seres tristes,
pronto venid, Jesús insiste,
todo aquel que le quiera aceptar;
sólo en Jesús hay salvación y libertad.
Otro ser no hay en quien pueda
encontrar el hombre la salvación;
sólo Cristo dio su sangre
en la cruz por darnos la redención.
El que vaga en este mundo
sin hallar reposo y tranquilidad,
si a Jesús acude pronto
él le dará paz que fin no tendrá.
A Jesús, ¡oh, pecadores!
Venid pronto ya sin más demorar,
pues el tiempo pasa luego,
quizás ya mañana, no llamará.