En la guerra contra el pecado,
vamos todos a combatir.
Estará Dios a nuestro lado
en tiempo de sufrir.
La victoria será nuestra
confiando en su poder.
Nos dará él su ayuda,
hemos todos de vencer.
No, nosotros, nunca, nunca, cederemos al mal,
nunca, no, no, no. Nunca, no, no.
No, nosotros, nunca, nunca, cederemos al mal.
Nos espera la corona en el cielo.
Pelearemos con toda fuerza
los demonios del mal a destruir,
ayudando a los pecadores
el calvario a subir.
Sin miedo de las burlas
del diablo y del mundo,
para Dios y para el alma
hemos todos de vivir.
Jesucristo es nuestra fuerza
su poder nunca faltará.
Su presencia nos esfuerza
y victoria nos dará.
Levantemos la bandera
del bendito Salvador,
para que la gente sin temor
disfrute de su amor.