A luchar sin temor siempre iremos,
pues victoria nos dará Jesús.
¡Oh, hermanos! Sigamos esa senda
que trazada nos dejó Cristo en la cruz.
Y allá Jesús me dará corona
si hasta el fin soy fiel en su camino,
y sé que al fin de mi carrera
con Jesús allá viviré por la eternidad.
Tras el bello estandarte avancemos,
a la rica mansión sin igual;
proclamemos al mundo perdido,
predicando gratas nuevas al hombre ya.
Valeroso Jesús nos convida
el autor de la paz y el deber;
recorramos esa senda celeste,
vamos pronto, compañeros, a reinar.
Aunque rujan las huestes malignas,
a mi lado Jesús estará:
quien por siempre ganó la batalla
preparado con Jesús iré allá.