En un monte lejano diviso una cruz,
emblema de afrenta y dolor;
y yo amo esa cruz donde Cristo expiró
por salvar al más vil pecador.
Yo me abrazo a esa cruz con amor
Hasta el día de mi mutación,
Cuando a Cristo mi cuenta le dé
Por su cruz yo corona tendré
Despreciada del mundo yo veo esa cruz
Que es centro de mi adoración;
Pues en ella el cordero sin mancha expiró,
Sacrificio de gran expiación.
Empapada de sangre yo veo esa cruz
Que es sangre preciosa en verdad,
Pues en ella mis culpas redime
Jesús Y dichosa mi alma será
A la cruz despreciada, yo leal he de ser,
Su escarnio no he de rehuir,
Mas un día Jesús ha de darme con él
Herencia eterna y feliz