El evangelio es nuestro lema,
la ley de Cristo es nuestro honor.
Del sacrificio somos cristianos
y evangelistas de la nación,
si el mal acecha nuestra doctrina
por la ignorancia y la corrupción
vamos sin miedo contra el pecado
somos de Cristo el rey de amor.
Nuestro estandarte flamea el viento,
somos gigantes de la verdad,
nuestros mensajes son el acento,
con que las almas se salvarán.
Triste es la vida de los que ignoran
el evangelio de salvación,
sus almas sufren, sus ojos lloran,
porque desprecian al Salvador.
Sigue adelante evangelista
sin preocuparte de satanás,
lleva el mensaje de Jesucristo
y vida eterna recibirás.
Adiós amigos, adiós hermanos,
ustedes quedan en oración,
yo voy en busca de almas perdidas
para traerlas al Salvador.