La patria necesita
privarse de maldad,
para que en sus hogares
reine felicidad.
Para entrar al cielo
y estar con el Señor
se le previene al hombre
limpiar su corazón.
Alerta, mis hermanos,
pidamos a Jesús
que Chile todo entero
conozca su virtud.
Porque ya el fin se acerca
y a cuentas llamará,
y toda alma sucia
al cielo no entrará.
Ya estamos convencidos
con nuestro Salvador,
que quita nuestras penas
con su ferviente amor.
Lávate en la sangre
del Señor Jesús
porque ella es la que tiene
toda la virtud.