Si yo mis pecados
pudiera lavar,
ni sangre en pago
pudiera negar;
si obras valieran
en pago del mal,
no fuera calvario
el solo caudal.
Mas, sé que no tengo
en mi santidad;
no puedo limpiarme
de tanta maldad;
ni santo, ni ángel,
ofrece audaz
quitar mis pecados
y darme solaz
¡Oh, Cristo bendito!
En ti es mi paz;
tus obras, tu sangre,
caudal eficaz;
tú llamas las almas
muriendo de sed:
"en mí es la fuente,
venid y bebed"