Señor de los cielos, dame hoy a mí
la paz, a mi alma que quiero de ti.
Sólo en ti yo encuentro la paz y el amor.
Y tú le das vida a mi corazón.
Señor, te imploro la paz a mi alma,
y quema el pecado de mi corazón,
yo quiero la dicha, la paz y el consuelo,
y vivir tranquilo en tu santo amor.
Alégrate, alma, en noches de amor,
que Cristo ya viene a tu corazón,
si estás angustiado por algún pesar,
hoy clama a Cristo, y él te salvará.
No tengo más penas, ya te conocí;
viniste a mí cuando yo te busqué.
Quisiera ya nunca dejarte, Señor,
quisiera que todos sintieran tu amor.
Así mis hermanos, Cristo, ya vendrá,
y el alma angustiada Cristo avivará,
seguir el camino que Cristo trazó,
lavaos en la sangre que nos rescató.