Quisiera contarles en esta canción,
¿usted sabe, hermano, quién era sansón?
Dotado de fuerza sin comparación,
terrible, valiente y de gran corazón.
Sentía en su pecho un loca pasión:
amaba a su pueblo, el pueblo de Dios.
Humildes como el Señor,
valientes como sansón,
prediquemos sin temor,
digamos al pecador
en la cruz murió el Señor
por darnos la redención.
Tampoco ignoramos aquel amor,
sabemos la causa de la traición,
por eso sabemos al siervo de Dios
matar filisteos sin comparación.
Luchaba por causa de aquel gran amor,
luchaba por causa de la redención.
Quisiera contaros en esta canción
la historia completa de este gran varón,
pero usted sabe toda la pasión.
Pasemos al caso de nuestro Señor:
el nuevo caudillo, el hijo de Dios,
valiente y humilde sin comparación.
Sabemos de Cristo toda la pasión,
también conocemos a judas traidor,
también pedro niega al buen Salvador,
tenemos al mundo en contra de Dios.
Sabemos de Cristo lo que padeció,
yo tuve la culpa, un vil pecador.
Amor más sublime el de nuestro Señor,
nadie lo ha sentido, ni el mismo sansón;
¿con qué pagaremos aquel gran amor?
Seamos humildes, como fue el Señor,
luchemos por Cristo, nuestro Salvador.