Por ti, oh Cristo, yo tengo salvación,
por ti, oh Cristo, mi alma tiene paz.
Con tu muerte para mí se abrió el cielo,
y con amor perdonaste mi maldad.
Y es por eso que yo digo al mundo
que en tu sangre hay salvación
Y remisión de pecados,
que tú diste tu vida allí en la cruz
por el justo y por el malvado.
Yo te ruego que guardes a tu iglesia
y bendigas a tus hijos, oh Señor,
que la llenes de tu Espíritu Santo,
para que así se convierta el pecador.
Yo te alabo porque me sacaste
de este mundo de vicios y de errores,
te prometo, serte fiel hasta muerte,
de no cumplirte, córtame, antes, oh Señor.