Vagaba yo en la obscuridad,
hasta que vi a mi Jesús
que por su amor y su bondad
me amaneció la luz.
Vagué muy lejos del redil,
muy lejos de mi buen Pastor
cual oveja por los montes
errante, así yo fui.
Gozo y luz tengo en mi alma hoy,
gozo y luz hoy, ya que salvo soy,
desde que vi a mi Jesús
he sentido gozo de su amor en mí,
gozo y luz tengo en mi alma hoy.
Gozo y luz hoy, ya que salvo soy.
Las nubes y la tempestad
no encubren a mi Salvador
y en medio de la obscuridad
me gozaré en su amor.
Andando en la luz de Dios
encuentro plena y dulce paz,
voy adelante sin temor,
dejando el mundo atrás.
Veréle pronto cual es él:
raudal de pura y bella luz,
y eternamente gozaré
a causa de su amor.
Volverá pronto a recoger
las almas que en la cruz ganó,
vertiendo sangre por salvar
al más vil pecador.
Jesús te invita hoy pecador
que sigas sus pisadas ya,
que sigas sus caminos que
trazó allí en la cruz.
Ven ya pues pronto pecador,
no yerres más en el error,
quizás mañana ya no habrá
para ti ya perdón.