Por amor el Padre Eterno
formó la gran creación
para que sus criaturas
disfrutaran de su amor.
A Eva y Adán caídos
que del Edén arrojó,
por amor a sus escogidos
un Mesías prometió.
Por amor ante el diluvio
hizo el arca construir
para que los pecadores
se hubieran de arrepentir.
En el cual ocho personas
se hubieran de salvar,
y una gran generación nueva
hizo la tierra poblar.
Por amor a Isaac y a Rebeca,
como a Jacobo y a Raquel
salió la santa familia
del gran pueblo de Israel.
Estos se multiplicaron
como la arena del mar
y Jehová vino entre ellos
y se hubo de manifestar.
Por amor, Jesús a este pueblo
su doctrina predicó,
en la cual aquel profeta
a la tierra encomendó.
La bandera puesta en alto
que hasta hoy flameando está
y su sangre derramada
es la que nos salvará.