Lleno de gozo y gratitud
henchido está mi corazón,
porque he hallado sólo en Jesús
para mi alma la salvación.
Gratitud, gratitud
gratitud, a nuestro Dios
por la salud, por la salud
que a mi alma Jesús le dio.
Noble, puro y tan santo
es el amor del Salvador
y tan bendito es ese manto
extendido al pecador.
Por gratitud yo te alabo
porque tu amor me ha constreñido
honra tan grande tú me has dado
siendo yo un vil perdido.