Marcho siempre al frente con mi Salvador,
dando a los del mundo ejemplo y valor;
pues somos cristianos por la redención
de esos que en el mundo van tras el dolor.
Soldado valiente de Cristo yo soy;
pues llevo en el alma celestial valor
y cantando llegaré a la gloria.
Alabando al cordero de Dios.
Porque Cristo me dio, porque Cristo me dio
con su muerte el más puro vivir.
Hoy que ya es tiempo que el Señor vendrá
llevemos al hombre un poco de paz.
Si el mundo en sus cuitas no lo quiere oír,
clamemos a Cristo por el porvenir.