Fieles soldados de Cristo Jesús
sin vacilar, a la lucha salid
obedeciendo al gran capitán,
el avivamiento, tendrá que venir.
Ha de venir, sí, ha de venir,
el avivamiento tendrá que venir.
Obedezcamos, tengamos fe,
que el avivamiento tendrá que venir.
Con bendiciones Jesús nos colmó;
nos revistió con divino poder,
el hasta aquí la victoria nos dio
y al enemigo podremos vencer.
Tú nos amaste, ¡oh buen Salvador!
Y por salvarnos viniste a sufrir.
Danos tu Espíritu Santo, Señor,
y así podremos amarnos y servir.
Nada del mundo queremos amar,
sólo por ti anhelamos vivir
y así seguiremos orando con fe,
el avivamiento, tendrá que venir.