Varios años he luchado por ser bueno
y no puedo, ni he podido ser mejor;
mas, no puedo hacer bien lo que yo quiero,
porque es malo y perverso el corazón.
"ven a mí, ven a mí,
quiero hacerte descansar;
dice Cristo, invitando al pecador;
"si tu carga es tan pesada y no puedes,
hijo mío, dame hoy tu corazón".
En el mundo he querido sin reproche,
presentarme con un limpio corazón;
mas, engaños y fracasos he tenido
y no puedo, sin la ayuda del Señor.
Sólo Cristo y su sangre derramada,
por tan vil y malvado pecador,
da perdón, da la vida, paz y gozo
y prepara para Dios el corazón.
Yo no quiero, yo no quiero por más tiempo
estar lejos, estar lejos del Señor;
nos invita hoy, que todos le busquemos
en espíritu y perfecta, comunión.