Concédeme Jesús poder
y gracia para comprender
cuán dulce es tu amor;
hazme, Señor, con santidad.
Del cielo la felicidad,
aún aquí gozar
La santa sed inspírame
de conocerte a ti; sabré
entonces la virtud
de tu perfecta salvación,
y gozará mi corazón
de amor la plenitud
¡Oh, santifícame Señor:
llena mi alma de tu amor;
permíteme oír,
tu voz, tu rostro contemplar,
tu hermosura admirar;
y en ti, por ti, vivir.