Es el tiempo de la siega y ¿tú sin vacilar
declarando con holgura: no hay que trabajar?
Mientras tanto que el maestro te vuelve a llamar:
joven, joven, ven, trabaja ya.
Ven y ve los campos blancos como están,
aguardando manos que los segarán;
joven despierta, hazlo pronto, y alerta;
sé el primero en decirle: ¡heme aquí, Señor!
Por doquier se inclina la madura mies,
que las auras mueven y qué bella es.
Joven, despierta, hazlo pronto y alerta;
pocos días hay que restan para el segador.
Las gavillas que recogen joyas de esplendor,
brillarán en la corona que dará el Señor;
busca pronto eterna joya, Dios es premiador.
¡joven, joven, ven, trabaja ya!
Va pasando la mañana y nunca volverá;
pues el tiempo de la siega, aquí terminará;
te hallarás al fin vació ante el creador.
¡joven, joven, ven, trabaja ya!