Va mi barca veloz por el viento,
enfrentando negra tempestad;
mas vislumbra la gloria del puerto
y alivia la furia del mar.
No zozobrará… No zozobrará
aunque porfié la dificultad;
Cristo al timón va.
Entre pruebas que siegan tu vida
y agobian cual barco en el mar;
va tu fe con el rumbo perdido;
clama a Cristo y él te salvará.
No zozobra mi barca ahora,
porque Cristo es mi capitán;
y la Biblia por carta me guía
en mi rumbo hasta el puerto final.
Si alguien quiere navegar seguro
y las rocas y bajos salvar,
tripulemos el barco bendito,
que se llama evangelio de paz.