Oíd como resuena el evangelio
diciendo al mundo que venga al Salvador;
que sólo en Jesucristo encontraremos
la vida y paz para el corazón.
¡Sí, resuena; sí resuena!
El evangelio del buen Jesús
para que todo el que en él crea,
aunque esté ciego, vea la luz.
Después, si somos fieles, recibiremos
el traje blanco que podremos vestir
y la hermosa corona resplandeciente,
por haber cumplido hasta el fin.
Y cuando en el cielo nos encontremos
con nuestro hermano, el glorioso Salvador,
a él le adoraremos con toda el alma
por la prueba de su gran amor.