En mi angustia y dolor
yo clamé al Señor
y él respondióme
con gran amor.
¿Cómo no he de
cantarte a ti,
canción nueva
de gratitud?
Hoy contento y feliz
me regocijo en ti;
¿con qué pagar
tanto amor?
Pagaré tanto amor
con serte fiel aquí;
daré mi vida
muriendo por ti.
En el cielo te veré
gozando tu gran amor;
¡Oh! Que dicha será ya para mí.