Hay una senda que el mundo no conoce,
Cristo es la senda que yo pude encontrar.
En Cristo tengo la salvación de mi alma,
Cristo es la senda que me pudo salvar.
Las amistades y todos mis parientes
fueron la gente que yo relacioné;
me aborrecieron por causa de su nombre,
cuando supieron que a Cristo me entregué.
Aquel camino de tanto sufrimientos
es el camino que el mundo me trazo,
fue transformado en aquel feliz momento
cuando mi Cristo a mi me rescató.