En la roca inamovible
queremos edificar,
en un fundamento firme
una casa espiritual.
Esa roca es Jesucristo,
el fundamento en la fe.
Vengan ríos, soplen vientos,
la casa no ha de caer.
Aunque vengan tempestades
siempre firme ha de estar
esa casa edificada
en la roca eternal.
Los que edifican en la roca,
bienaventurados son,
les espera en el cielo
una dulce habitación.
La habitación del cielo,
no ha de perecer jamás,
porque allá está el fundamento,
en la roca celestial.