Ved del cielo descendiendo
al triunfante redentor;
ya en majestad tremenda
aparece el Señor,
¡Aleluya!
Dios en tierra reinará.
Vedle todo revestido
de divina claridad,
los que le habéis vendido,
los que con atrocidad,
y escarnio
le llamasteis malhechor.
Muestra ahora las heridas
que le dieron en la luz,
las señales imprimidas
en su cuerpo, que en la cruz
de la gloria
encarecen su piedad.
Cristo, rey te adoramos
en tu alto tribunal;
gloria, honor te tributamos,
rey de reyes eternal;
juez Divino
todos te adorarán.