Quisiera yo ser ángel,
con ángeles estar,
mis sienes coronadas
mi arpa allí tocar.
Delante del que adoro
por único Señor
con canto melodioso
dando a Jesús loor.
Yo no me cansaría,
no lloraría más,
pesares no tendría,
ni miedo ni maldad.
En bienaventuranza,
pureza y santo amor,
con mi Jesús morando
mirando su esplendor.
Soy débil y muy malo
pero él se apiadará;
y al cielo se ha llevado
a muchos niños ya;
así que yo me enferme,
pues tengo que morir,
Jesús amado, vengan
los ángeles por mí.