Ved, que acercándose el día va
en que el Señor en su gloria vendrá
a recoger en su alfolí
lo que sembramos en tanto aquí.
Él su fruto recogerá, sí, su fruto recogerá.
Vamos sembrando con vivo amor
dulce palabra del buen Salvador,
obrando siempre con celo y con fe,
para que rica cosecha nos dé.
Entre zarzales podrá caer
cierta semilla y no florecer;
mas el Señor a segar vendrá,
y su buen fruto recogerá,
él su fruto recogerá
sí, su fruto recogerá.
Muy largo tiempo podrá pasar
antes de ver su semilla brotar;
mas ciertamente el Señor vendrá,
y su buen fruto recogerá.
Él su fruto recogerá,
sí, su fruto recogerá.
En todo tiempo, sin desmayar,
vamos sembrando y orando a la par
pues prestamente el Señor vendrá
él su fruto recogerá;
y su buen fruto recogerá,
sí, su fruto recogerá.