Dad a Dios inmortal alabanza;
su merced, su verdad nos inunda
es su gracia en prodigios fecunda;
sus mercedes humildes cantad.
Al Señor de Señores dad gloria
¡Rey de Reyes, poder sin segundo!
Morirán los señores del mundo
mas su reino no acaba jamás.
Las naciones vio en vicios sumidas
y sintió compasión es su seno,
de prodigios, de gracia está lleno;
sus mercedes humildes cantad.
A su pueblo llevó por la mano
a la tierra por él prometida,
por los siglos sin fin da la vida,
y el pecado y la muerte caerán.
A su hijo envío por salvarnos
de la muerte y pecado demente:
de prodigios, de gracia es torrente;
sus mercedes humildes cantad.
Por el mundo su mano nos lleva,
y al celeste descanso nos guía;
su bondad vivirá eterno día
cuando el mundo no exista ya más.