Salvo navego en la nave "salud"
¡cantando el nombre del bendito Jesús!
La proa puesta al Edén celestial
rápida se aleja de este mundo mortal.
Su ruta al cielo, su enseña la cruz,
ya leva el áncora la nave "salud";
todos subid a bordo sin temer al mar;
que Jesús la manda, el mejor capitán.
Diestro el piloto, surcará el fiero mar,
sin que la nave llegue a zozobrar;
no hay dicha igual a la del alma en Jesús,
salva por su sangre navegando en su luz.
No más pecar: ser quiero ya del Señor,
mi regla sea su evangelio de amor;
pronto, muy pronto, llegaré a Canaán:
¡gloria a Jesucristo, celestial capitán!